Lorena Vega Marín
Soy orgullosamente originaria del pueblo mágico de Bernal. Desde muy pequeña me inculcaron en mi casa el amor por la charrería y de niña pertenecí a la escaramuza, más tarde formé parte de la escaramuza del rancho azteca. El poder practicar tan hermoso deporte me permite ser parte de una gran tradición mexicana, lo que no sólo es un gusto, sino también una responsabilidad de siempre dejar en alto el nombre de mi país.
Tengo además, el honor de ser madre de dos hijos, Jorge Luis y Allison, a quienes mi esposo y yo hemos tratado de dar el mejor ejemplo durante su formación para convertirlos en personas comprometidas con su entorno en general. Sin duda alguna, el ser madre y esposa es lo más satisfactorio y enriquecedor que he experimentado, mi familia me complementa, su amor es el motor que me llena de energía para poder dar lo mejor de mí en todo lo que realizo.
Desde hace más de año y medio tengo la fortuna de estar frente al DIF de mi municipio, Ezequiel Montes, esta labor se ha convertido en uno de mis más grandes desafíos, ya que involucra las áreas más vulnerables de las problemáticas sociales y requiere de gran sensibilidad. Tantas emociones juntas pueden llegar a ser difíciles de manejar, pero de la misma manera, me ha dado las satisfacciones más grandes. Mi mejor recompensa son las incontables sonrisas de agradecimiento que he recibido. Son estas sonrisas las que día a día me recuerdan lo afortunada que soy por poder estar frente a esta noble institución y aportar beneficios a mi gente.
Gustavo Villegas
¿Cómo se ha desarrollado tu trabajo?
El desarrollo de mi trabajo ha ido de la mano con la manera en la que he estudiado poco a poco arte contemporáneo, sigo sin saber nada pero lo poco que he aprendido me ha abierto puertas para abordar una idea e intentar representarla. Puedo notar que mi trabajo ha ido madurando poco a poco, técnicamente y conceptualmente, me doy cuenta de ello porque se van abriendo puertas en el sistema de arte tanto estatal como nacional. Me considero una persona inquieta, siempre quiero seguir aprendiendo para descubrir nuevas formas de representar mis ideas.
¿Cómo fue tu acercamiento al mundo del arte?
Estuve trabajando en una agencia de publicidad durante muchos años, poco a poco me fui involucrando con la creación y presentando mis primeras exposiciones pictóricas. Tenía muchas ideas por desarrollar, una inminente necesidad de plasmarlas y la agencia me dejaba poco tiempo para llevarlas a cabo. De pronto, estuve consciente de que mientras no estuviera totalmente enfocado y concentrado en mi trabajo artístico no lograría esa madurez técnica y conceptual que estaba buscando. Así, finalmente decidí renunciar a la agencia y dedicarme a la producción artística.
¿Cuál es el título tu próxima exposición?
Imaginofagia de la Destrucción.
Platícanos sobre esta exposición. ¿En que consiste?
Cada vez son más recurrentes las imágenes de destrucción en las películas de finales de siglo XX e inicios del XXI.
Imaginofagia de la destrucción consta de dos series de pinturas realistas dónde las obras se apropian de fotogramas cinematográficos de diferentes secuencias referentes a la destrucción del automóvil, la primera serie son obras de gran formato que invitan al espectador a percibir a la destrucción como un asombroso espectáculo. La segunda está constituida por polípticos armados con piezas pequeñas, que si bien no son secuenciales, evocan la construcción de la imagen-movimiento cinematográfica y el desarrollo efímero del proceso destructivo.
La obra se convierte entonces en una reflexión sobre la belleza de la destrucción y su creciente espectacularidad en el cine, así como de la constante utilización del auto dentro de ella y el aumento del apetito de los consumidores visuales posmodernos que buscan y disfrutan las hipérboles visuales cinematográficas de la destrucción.
En esta exposición presentas una serie y destacas el tiempo, sobretodo los minutos, en cada una de tus piezas, ¿Cuál ha sido el minuto o segundo más importante de tu vida hasta ahora?
No podría nombrar uno, me parece que somos un conjunto de momentos.
¿Cómo representarías la pregunta anterior en una de tus pinturas?
Definitivamente sería un políptico similar a la segunda serie que presento en Imaginofagia de la destrucción, piezas pequeñas no secuenciales que describen un momento, como si fuera una cinta de cine y cada pieza fuera un fotograma de la película de mi vida. La lectura no se presenta de manera lineal, es decir, da brincos en el tiempo para que el espectador genere diferentes lecturas.
¿De dónde viene tu inspiración?
Creo que las ideas surgen debido a la disciplina y concentración del trabajo diario, hasta encontrar nuevas formas o caminos de representar la misma temática.
El eje central de mi trabajo artístico es “la estética de la destrucción”, la manera en la que se despliega frente a nosotros a través de la degradación, fragilidad y deterioro de los materiales y los objetos que el ser humano empecinadamente usa y crea.
Mis últimas series se han enfocado en la representación de las azarosas formas que se producen tras la colisión de la lámina de los automóviles, sin embargo me encuentro en un momento de transición buscando representar la destrucción desde nuevos ángulos.
¿Algún reto el poder lograr este tipo de exposición?
Es la primera vez que trabajo con gran formato y me ha parecido muy interesante la manera de resolverlo pictóricamente, mi estudio es muy pequeño, así que tuve constantemente que entrecerrar lo ojos para imaginar como se verían las piezas en el museo o galería.
¿Qué sigue para ti?
Quisiera llegar a 100 piezas con el políptico de pequeño formato que presento en Imaginofagia de la Destrucción, ya que ahora solamente se presentarán 40 piezas de esa serie.
Me entusiasma mi siguiente serie “Destrucción Teledirigida”; que es la transición de la que hablaba anteriormente, dejando atrás la destrucción de autos para abordar ahora otros objetos que el hombre crea y destruye.
En Noviembre de este año participo en una residencia artística en Nueva York, EU., y en el 2015 sería el último año como miembro del Sistema Nacional de Creadores, así que vendrán muchos nuevos proyectos.
También el seguir dando clases es algo que disfruto mucho y me ayuda a no pasar tanto tiempo sólo en el estudio.